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jueves, 23 de marzo de 2017

Reflejarte año 3: Performance final.

       Al fin. Primero fuimos pasando de la vergüenza y la descoordinación en los ensayos. En ellos la profe fue la primera en imitar a una rana o a un ciervo, pastando o en la berrea, y nos reímos bastante. Pero después llegó el disfrute y la satisfacción final, al ver que habíamos sido capaces de realizarla y con éxito.
Por fin nuestra performance tuvo lugar en enero. No estaba previsto así, pues iba a tener lugar la última semana del primer trimestre. Claro que no contábamos con las inundaciones, que hicieron que se suspendieran las clases y se trastocase la agenda del instituto. Así que esa mañana realizamos un último ensayo con los complementos puestos (máscaras, llamas...) en el rato del recreo y, a cuarta hora llegó el público, sin el cual no tiene sentido realizar una performance. Todos en sus puestos, gran silencio, cámara grabando y comienza el sonido...


Y cuando todo terminó aplausos y la sensación de haberlo logrado. Las caras sonrientes que hacen que las cosas merezcan la pena. La creencia de haber aportado nuestro granito de arena en pro de la solidaridad con los otros, aunque puedan estar a miles de kilómetros, y con el Planeta.

No importa que el vídeo se grabase regular ya que la cámara se quedó sin batería al final. Tenemos este vídeo que grabó una alumna con su móvil. Lo que lamento es que no se vea lo que sucedía a la izquierda de la imagen, cómo llegaba el pirómano y se iniciaba el fuego.

Nos divertimos y aprendimos. Es lo que importa.


Y así lo hicieron en otros de centros repartidos por toda España. Podéis acceder a sus vídeos a través de este mapa interactivo que creó la fundación Botín (promotora del programa) con la exposición virtual Somos Creativos XI.

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